INTRODUCCIÓN
El dolor muscular de aparición tardía (DOMS) es un fenómeno curioso. Si el dolor, en general, podemos pensar tiene la finalidad de protegernos de una amenaza, entonces ¿por qué esperar 24-72 horas tras el entrenamiento? Es interesante pensar que, en este caso, no es que el entrenamiento sea la fuente del dolor, más bien la forma en que nuestro cuerpo responde a este. Una de las tantas posibles respuestas a la causa del DOMS es la acumulación de ácido láctico, un mito que aún se sigue perpetuando incluso a nivel universitario, debido a que sigue siendo una narrativa usual de los programas educativos al menos en licenciatura en nutrición y ciencias del ejercicio, en las cuales he tenido la oportunidad de ser docente. Sin embargo, para entender el malentendido histórico conviene ir paso a paso.
¿Qué son el ácido láctico y el lactato?
El químico sueco Carl Wilhelm Scheele descubrió el ácido láctico en 1780 en leche agria, lo que llevó a su nombre trivial. Dado que el ácido láctico se produce comúnmente mediante fermentación, la investigación inicial en bioquímica se centró en esta área. Esta molécula ha sido utilizada en la industria de los alimentos como conservador y como acidificador de bebidas y alimentos, como la cerveza y el queso respectivamente. Es importante señalar que el ácido láctico es la forma no ionizada, mientras que el lactato es la forma ionizada de la misma molécula.

Acidosis láctica
Pero bueno, nosotros no somos un queso, aunque algunas personas en el gimnasio si tengan un olor parecido al parmesano o al Cotija, entonces en qué momento esta molécula pasó a ser una posible explicación para el DOMS y qué tan cierto es esto. En particular, podemos trazar su historia a 1922 cuando Otto Meyerhoff demostró que el ácido láctico se producía como reacción secundaria a la glucólisis en ausencia de oxígeno. Su colega (y quizás compañero de travesuras) Archivald Hill, explicó que el músculo cuenta con una fuente inmediata para la producción de contracciones musculares rápidas e intensas, dando así nacimiento al concepto de anaerobiosis, la producción de ácido láctico y la acidosis como un fenómeno de causa y efecto.
Investigaciones posteriores observaron una relación lineal entre la concentración de ácido láctico y el pH sanguíneo, lo cual consolidó aún más esta idea.

Sin embargo, hasta este punto estas investigaciones se han basado enteramente en una correlación y no en un efecto causal entre estas variables. Como tal, este constructo es altamente cuestionable y erróneo desde el momento en que asumimos que correlación es lo mismo que causalidad.
¿Qué pasa realmente durante el ejercicio?
Recuerda que los seres humanos tenemos tres sistemas para la producción de energía: fosfágenos, sistema del lactato o glucólisis rápida y oxidativo. Para comprender mejor este tema nos centraremos en los dos últimos y, algo sumamente importante es que la glucólisis libera protones y esta difiere según se utilice glucógeno muscular o glucosa, y cuando se usa glucógeno, es menos acidificante para el músculo durante el ejercicio intenso.

¿Y qué pasa con la producción de lactato?
De forma contraria a la creencia popular, la producción celular de lactato tiene varias ventajas. Primero, la reacción de la lactato deshidrogenasa (LDH) también produce NAD+ citosólico, apoyando así la demanda de sustrato NAD+ de la reacción de la gliceraldehído 3-fosfato deshidrogenasa. Otra función importante de la reacción de LDH es que por cada molécula de piruvato catalizada a lactato y NAD+, se consume un protón, lo que permite que esta reacción actúe como un amortiguador contra la acumulación celular de protones, es decir, la acidosis. Por tanto, la reacción de eliminar dos electrones y un protón del NADH, alcaliniza a la célula, y no la acidifica.

Componentes de la producción, amortiguación y eliminación de protones celulares
Todo esto significa que la causa de la acidosis metabólica no es meramente la liberación de protones, sino un desequilibrio entre la tasa de liberación de protones y la tasa de amortiguamiento y eliminación de protones, como un símil entre la tasa de síntesis de proteínas y la tasa de degradación en relación con la hipertrofia, querido(a) lector(a).

¿Por qué es importante diferenciar entre la producción de lactato y la causa de la acidosis?
Sin duda una pregunta interesante que nos podría ahorrar muchos problemas no solo en la prescripción del ejercicio, sino en la educación y en la interpretación de estudios científicos, como mencionan los autores de este trabajo importante de revisión.
¿Es la acidosis láctica la causa del DOMS?
Responder esta pregunta, una vez que hemos revisado todo lo anterior se vuelve simple, y la respuesta es no. El lactato de hecho contribuye a la producción de energía y a minimizar la acidificación, y tanto este como los iones de hidrógeno causantes de la misma, se eliminan en las horas posteriores al ejercicio, y por tanto, no podrían ser entonces la explicación a la aparición del dolor.
¿Es entonces válido el concepto de la acidosis láctica en fisiología? De forma simple, no. Es un tema que se ha aceptado y por cualquier motivo se sigue enseñando como hace 100 años, sin considerar los avances en el entendimiento de la fisiología del ejercicio. Asimismo, eliminar el uso de los términos lactato y ácido láctico asociándolos con la acidificación y esta como algo negativo y que limita la actividad. Finalmente, como sería de esperar, el siguiente paso si asumimos la acidosis metabólica conduciría a estrategias para disminuirla, sin embargo, cualquier esfuerzo por disminuir la producción de lactato sin aumentar la respiración mitocondrial empeorará la acidosis metabólica.
CONCLUSIÓN
Enlistando las conclusiones de esta revisión:

1. La acidosis metabólica se debe a una mayor dependencia del recambio de ATP no mitocondrial.
2. La producción de lactato es esencial para que el músculo produzca NAD + citosólico para apoyar la regeneración continua de ATP a partir de la glucólisis.
3. La producción de lactato también consume dos protones y, por definición, retarda la acidosis.
4. El lactato también facilita la eliminación de protones del músculo.
Y como tal, no existe soporte bioquímico para el concepto de acidosis láctica. Este es un mito que ha persistido por décadas pero por algún motivo persiste en la comunidad del fitness, así espero esta entrada te haya esclarecido el tema un poco, querido(a) lector(a). De ser así deposítame una lana, no seas egoísta.
REFERENCIA
Robergs, R. A., Ghiasvand, F., & Parker, D. (2004). Biochemistry of exercise-induced metabolic acidosis. American journal of physiology. Regulatory, integrative and comparative physiology, 287(3), R502–R516. https://doi.org/10.1152/ajpregu.00114.2004
LN Daniel Álvarez García
Nutriólogo y entrenador especialista en culturismo natural
NASM-CPT