El ejercicio físico de cualquier categoría es bueno, sin duda. La pregunta es: ¿puede ser peligroso? ¡claro que sí!. El ejercicio de fuerza se ha posicionado como una de las mejores prácticas para mantener una vida más saludable (o menos insalubre), en la última década ha aumentado exponencialmente el estudio sobre su impacto en la salud, abarcando 4 pilares: salud musculoesquelética, cardiovascular, metabólica y mental en todas las etapas de la vida. Sin embargo, el interés por el fisicoculturismo ha crecido notablemente en las últimas décadas, tanto a nivel recreativo como competitivo, y con ello también las preocupaciones sobre sus posibles riesgos, especialmente aquellos vinculados con la muerte súbita.
Los riesgos que implica practicar este deporte genera preocupación, especialmente con la muerte súbita cardíaca y no cardíaca que se ha reportado en culturistas famosos o influencers fitness. La muerte súbita cardíaca es un evento desafortunado que suele tener como origen una anomalía estructural o funcional del músculo cardíaco o su sistema de conducción eléctrico, en culturistas se ha atribuido a el abuso de sustancias exógenas para mejorar el rendimiento o la estética.
Debido a la escasa información sobre las causas de muerte en culturistas, la muerte súbita cardíaca en esta población ha sido objeto de debate, en un grupo de investigadores se dio a la tarea de analizar los riesgos y la incidencia de mortalidad en hombres culturistas durante un largo periodo de tiempo.
El estudio:
Mortalidad en Hombres Fisicoculturistas.
Selección de la Muestra: ¿Quíen es un culturista?
El estudio definió a los fisicoculturistas con base en su participación en competencias oficiales organizadas por laInternational Fitness and Bodybuilding Federation (IFBB), organismo rector de los campeonatos internacionales como “Mr. Olympia”. Se incluyeron atletas que compitieron en al menos un evento oficial entre 2005 y 2020, identificados mediante la página oficial de la IFBB (2013–2020) y la base de datos no oficialMuscleMemory(>270,000 registros).
Categorización por edad:
Junior: menores de 24 años que solo compitieron en esta categoría.
Master: mayores de 40 años que participaron al menos una vez en esta categoría.
Open: quienes no encajan en las categorías anteriores.
División competitiva:
Men’s Bodybuilding: sin límite de peso-altura; se incluyó a los atletas que compitieron al menos una vez en esta división.
Classic Physiquey otras divisiones centradas en estética o proporciones fueron excluidas si no estaban orientadas principalmente al desarrollo de masa muscular.
Nivel competitivo:
Profesionales: atletas que compitieron al menos una vez en eventos profesionales (acceso otorgado mediante una tarjeta profesional obtenida por alto rendimiento en competencias regionales/nacionales).
Amateurs: quienes no han competido en eventos profesionales.
Las divisiones recientes no centradas en la ganancia significativa de masa muscular no se consideraron en el análisis.
Las muertes se clasificaron como súbitas (SD) o no súbitas. Dentro de SD, se distinguieron muertes súbitas traumáticas (TSD) y no traumáticas, estas últimas incluyendo muerte súbita cardíaca (SCD), definida como fallecimiento inesperado de causa cardíaca según autopsia o descripción del evento.
Resultados
Se reportaron un total de 20,286 atletas con un promedio de seguimiento de 8.1 + 3.8 años para un total de 190,211 atletas año. Durante este periodo se reportaron 121 muertes, con una edad promedio de 45.3 + 11.9 años (rango de 22 a 77 años). Los principales lugares de fallecimiento fueron: America del Norte, Europa, Asia, Africa, America del Sur y Oceania.
Causas de muerte
Se identificó una causa específica de muerte en el 78.5% de los casos. El 38% del total fueron muertes súbitas cardíacas (SCD), con una edad promedio de 42.2 años. También se reportaron muertes traumáticas (vehículos 9.1%, homicidios/suicidios 3.3%) y no traumáticas no cardíacas como cáncer (6.6%), COVID-19 (5.8%) y fallos multiorgánicos o renales (4.1%) (tabla 1, figura 1.).
Solo cinco autopsias completas estaban disponibles en atletas profesionales; cuatro mostraron hipertrofia ventricular izquierda y cardiomegalia, dos tenían enfermedad coronaria y uno presentó una cicatriz ventricular no isquémica. Tres de cinco toxicologías confirmaron uso de esteroides anabólicos. Además, al menos 16 atletas tenían historial documentado de uso de fármacos para mejorar el rendimiento.
Clasificación de causas de muerte en fisicoculturistas (2005–2020)
Causa | Tipo | Porcentaje del total |
---|---|---|
Muerte súbita cardíaca (SCD) | No traumática / súbita | 38% |
Accidentes vehiculares | Traumática | 9.1% |
Cáncer | No traumática | 6.6% |
Complicaciones por COVID-19 | No traumática | 5.8% |
Fallo renal / multiorgánico | No traumática | 4.1% |
Homicidio / suicidio | Traumática | 3.3% |
Otras muertes súbitas no cardíacas | Súbita | 13.6% |

¿Es más riesgoso competir al más alto nivel?
Una de las preguntas clave del estudio fue si el riesgo de morir —y especialmente de morir súbitamente— cambia dependiendo del tipo de atleta: su edad, nivel competitivo o categoría. Los resultados mostraron diferencias importantes.
Edad y categoría: ¿quién está más en riesgo?
El grupo con mayor número de muertes fue el de losatletas master(mayores de 40 años). En total, se reportaron 45 fallecimientos en este grupo, con una edad promedio de 55 años, de los cuales 11 fueron muertes súbitas cardíacas. Como era de esperarse, su riesgo general de muerte fue el más alto, eldobledel observado en atletas del grupo “open” (sin restricción de edad). Sin embargo, el riesgo específico de muerte súbita cardíaca fue similar entre ambos grupos. Esto sugiere que el aumento en mortalidad en másters se relaciona más con causas acumulativas de salud que con un riesgo cardiovascular agudo específico.
En contraste,solo dos atletas junior (menores de 24 años)murieron durante el periodo estudiado, yninguno por muerte súbita cardíaca. Esto puede explicarse tanto por su juventud como por menor exposición acumulada a cargas de entrenamiento o sustancias.
Tipo de división competitiva: ¿importa la categoría?
Sí, y mucho. En la división de Classic Physique, que prioriza proporción y estética con límites de peso y altura, se reportaron solo cuatro muertes en total. Los atletas de esta categoría tuvieron cinco veces menos riesgo de muerte súbita cardíaca que quienes compitieron en la división de “Men’s Bodybuilding”, donde no hay límite de tamaño muscular. Esto sugiere que la búsqueda de un físico extremadamente grande puede estar asociada con mayor riesgo cardiovascular, probablemente por el nivel de exigencia metabólica y el uso más frecuente de sustancias para aumentar masa muscular.
Nivel competitivo: amateurs vs. profesionales
La diferencia más clara se observó entre los atletas amateurs y los profesionales. Durante el seguimiento:
Murieron 41 de 1,454 atletas profesionales → esto representa un2.8% de mortalidad.
Murieron 80 de 18,832 amateurs → equivalente a 0.4% de mortalidad.
El riesgo de morir fue más de 5 veces mayoren los profesionales.
Cuando se analizó solo la muerte súbita cardíaca, los profesionales tuvieron más de 14 veces más riesgo que los amateurs.
Finalmente, el dato más contundente viene de la categoría más exigente de todas: Mr. Olympia – open. De 100 atletas analizados en esa división:
7 murieron durante el seguimiento,
5 fueron muertes súbitas cardíacas,
con una edad promedio de fallecimiento de 36 años.
En este grupo, la tasa de muerte súbita fue la más alta del estudio, lo que marca una señal de alerta sobre los riesgos acumulados cuando se persigue el máximo nivel competitivo en un deporte tan exigente.
Riesgo de Mortalidad en Hombres Fisicoculturistas (2005–2020)
Grupo | Número de muertes | Muerte súbita cardíaca (SCD) | Edad promedio al fallecer | Observaciones clave |
---|---|---|---|---|
Atletas Master (>40 años) | 45 | 11 | 55.1 años | Mayor mortalidad general; riesgo de SCD similar al grupo Open |
Atletas Junior (<24 años) | 2 | 0 | No especificada | Riesgo bajo; sin muertes súbitas cardíacas registradas |
Classic Physique | 4 | No especificada | No especificada | 5 veces menos riesgo de SCD que “Men’s Bodybuilding” |
Men’s Bodybuilding | No especificado | Alta incidencia | No especificada | Mayor riesgo asociado al volumen muscular extremo |
Atletas Profesionales | 41 (2.8%) | 25 | No especificada | 14 veces más riesgo de SCD que amateurs |
Atletas Amateurs | 80 (0.4%) | No especificada | No especificada | Riesgo significativamente menor |
Mr. Olympia – Open | 7 de 100 | 5 | 36.0 años | Grupo con la tasa más alta de SCD en todo el estudio |
Aunque el culturismo no implica rendimiento físico en el momento de la competición, las semanas previas son extremadamente exigentes: deshidratación severa, ayunos prolongados, diuréticos, restricción extrema de sodio e hidratos de carbono. Estas prácticas colocan al cuerpo en un estado de estrés cardiovascular y metabólico agudo, que podría detonar una condición subyacente. De hecho, varios de los fallecimientos ocurrieron durante o poco después de una competencia oficial.
A diferencia de otros deportes profesionales, el culturismo no exige evaluaciones médicas sistemáticas. No hay protocolos estandarizados de detección de riesgo cardiovascular, ni electrocardiogramas, ni ecocardiogramas previos a competir. En muchos países, ni siquiera es reconocido oficialmente como disciplina deportiva, lo que dificulta la implementación de políticas de protección. Esto contrasta con otros atletas de élite, que no solo tienen menor riesgo de mortalidad, sino que viven más años que la población general. Además, en el culturismo no hay protocolos de tamizaje cardíaco, ni controles antidopaje sistemáticos en muchas federaciones. Incluso las cifras de pruebas realizadas reportadas por WADA en el culturismo son mínimas frente a la cantidad de eventos, lo que evidencia una falta de compromiso institucional con la seguridad del atleta.
Peor aún, muchos culturistas continúan estas prácticas incluso después de retirarse, perpetuando un estilo de vida de alto riesgo. Y dado que estos atletas son referentes para millones de personas en gimnasios y redes sociales, el impacto de su salud trasciende su entorno. Es decir, los riesgos que ellos enfrentan también moldean lo que otros perciben como deseable o necesario para tener éxito en el entrenamiento.
Esta situación exige una reflexión seria desde las federaciones, entrenadores, profesionales de la salud y los propios atletas. La solución no se limita a culpar al dopaje. Se necesita un cambio cultural que promueva un enfoque más seguro, con educación sobre salud cardiovascular, atención psicológica, protocolos médicos preventivos y una reevaluación del tipo de físico que se premia en competencia.
Porque sí, entrenar fuerza puede cambiar vidas para bien. Pero competir en culturismo sin regulaciones claras puede cambiarlas para siempre… en otro sentido.
DIG DEEPER
Gajardo, R., Colangelo, J., Huybrechts, S., Perkisas, S., Gentile, L., Calders, P., … & Gielen, E. (2024).Sudden cardiac death and overall mortality in male bodybuilders: a retrospective cohort study of professional and amateur athletes.European Heart Journal,45(20), 1885–1895. https://doi.org/10.1093/eurheartj/ehaf285
Smoliga, J. M. (2024).High-stakes hypertrophy: Implications of elevated sudden cardiac death rates in competitive bodybuilders.European Heart Journal,45(20), 1879–1881. https://doi.org/10.1093/eurheartj/ehad847
Dr. Juan Manuel Jerezano Mora
Medicina de la Actividad Física y Deporte
CNC | CPT - NASM
Fundador de MuscleMind Academy e Hipertro.Fit