El coaching en línea no es ninguna novedad, pero hoy tiene más fuerza que nunca. Aunque lleva más de dos décadas existiendo, fue a raíz de la pandemia por COVID-19 en 2020 y 2021 que su crecimiento explotó. El cierre de gimnasios, la imposibilidad de entrenar al aire libre o de asistir a clases presenciales nos empujó, a fuerza, hacia el entrenamiento a distancia. Y no solo cambió la necesidad de quienes entrenan. Muchos entrenadores vieron ahí una oportunidad: algunos por desempleo, otros porque seguían recibiendo sueldo sin trabajar, y otros simplemente porque era el momento ideal para lanzar algo nuevo.
Antes de eso, el escepticismo sobre su efectividad era alto. Pero una vez que lo probamos —y no había más remedio— quedó claro que funcionaba. Desde entonces, no ha hecho más que crecer.
Ahora bien, una cosa sí está clara (y respaldada por la evidencia): el ejercicio supervisado, ya sea presencial o a distancia, en vivo o diferido, es superior al no supervisado. En promedio, una persona sin supervisión entrena al 51 % de su 1RM en ejercicios de fuerza… sin importar edad, sexo o experiencia. Así de lejos se quedan del estímulo necesario para progresar. Y además, sabemos que la retroalimentación —ya sea visual o verbal— mejora los resultados.
Esto ha sido ampliamente documentado en el ámbito clínico: obesidad, hipertensión, diabetes tipo 2, cáncer, artritis reumatoide… en todos esos contextos, el acompañamiento marca la diferencia. Pero en el mundo del fitness y el rendimiento, la investigación es mucho más escasa.
Justo por eso vale la pena hablar de un estudio reciente liderado por Clarke y colaboradores. Ellos analizaron cómo ciertas características del coaching online impactan en el rendimiento y la satisfacción de atletas de powerlifting. Y ahí se pone interesante.
Sobre el estudio
Fue un estudio transversal mediante encuesta en línea. Participaron 113 atletas competitivos (59 hombres y 54 mujeres) federados bajo la IPF. Se usó la plataforma Qualtrics, y la encuesta incluyó 27 preguntas divididas en tres bloques:
Datos demográficos, edad y Goodlift Points (GLP).
Duración de la relación con el coach
Educación del coach, medio y frecuencia de comunicación, lesiones y registros de competencia
Los datos fueron analizados en R. Se aplicaron regresiones lineales robustas para el cambio en el total de levantamiento (PL) y regresión ordinal para evaluar la satisfacción del atleta (LS). Las variables consideradas fueron: duración del coaching, edad, nivel educativo del coach, presencia de lesiones, y tipo y frecuencia de comunicación.

Resultados clave
Powerlifting total:
Relación promedio con el coach: 21.8 meses
Total promedio levantado:
Hombres: 621 ± 111 kg
Mujeres: 382 ± 77 kg
Goodlift Points:
Hombres: 81.7 ± 9.7
Mujeres: 77.5 ± 13.0
Nivel de satisfacción general: 4.4 de 5
Mejora del total de levantamiento: 14.6 ± 15.5 %
Cada mes adicional con el coach se asoció con +0.57 % en el total
Coaches con mayor formación académica: +1.4 % en el total

Satisfacción del atleta:
A mayor GLP, mayor satisfacción.
La educación del coach tuvo un efecto mixto: ayudó a evitar que los atletas estuvieran “muy insatisfechos”, pero también redujo la probabilidad de estar “muy satisfechos”.
Ni la frecuencia ni el tipo de comunicación (verbal vs. escrita) mostraron relación con la satisfacción.

Conclusión
Este estudio aporta evidencia interesante sobre algo que muchos ya hemos observado en la práctica: el tiempo que pasas trabajando con tu atleta podría ser más determinante que el número de mensajes o el medio por el que se comunican. No se trata de escribirle todos los días por WhatsApp ni de mandarle videos en 4K. Lo que probablemente marca la diferencia es la relación, la lectura mutua, la claridad, y ese proceso acumulado donde ya no hace falta explicar tanto, porque el otro ya sabe a qué te refieres.
Lo más llamativo es que, según los datos, por cada mes adicional con el coach, los atletas reportaron un aumento promedio del 0.57 % en su total de levantamiento. Puede parecer poco, pero en un deporte como el powerlifting —donde los avances son lentos y progresivos— eso es valioso. Es un deporte de paciencia. Y cuando el proceso se sostiene en el tiempo, las mejoras tienden a sumar.
Ahora, que la frecuencia o el tipo de comunicación no hayan mostrado asociaciones significativas no significa que no importen. Es posible que su efecto varíe según el atleta. En alguien avanzado, que ya domina su técnica y entiende su cuerpo, muchas veces basta una indicación breve. Ahí, la frecuencia o el canal se vuelven secundarios. Pero cuando se trabaja con alguien que empieza, o que aún tiene barreras técnicas o de comprensión, la forma de comunicarse sí puede marcar una diferencia real. Ahí sí hacen falta videos, explicaciones, repeticiones… y eso no fue capturado del todo en este análisis.
Por eso este tipo de estudios invitan a matizar. No es lo mismo un atleta autónomo que uno que necesita guía constante. Tampoco es igual un coach que solo entrega rutinas, que uno que ha construido una relación basada en confianza y conocimiento mutuo. Y eso, que muchas veces no se mide, podría ser lo que explica por qué algunos procesos funcionan mejor que otros.
Otro hallazgo interesante fue la relación entre educación del coach y rendimiento. Los datos sugieren que mayor formación académica se asoció con un mejor desempeño total en competencia. Tiene sentido: saber más podría ayudarte a tomar mejores decisiones. Pero —y aquí viene lo curioso— eso no se tradujo en mayor satisfacción. De hecho, algunos atletas reportaron menor satisfacción con coaches más formados. Quizá porque una mayor preparación también puede implicar estructuras más rígidas, menor flexibilidad, o una comunicación menos empática. Saber más ayuda, claro. Pero saber cuándo intervenir, cómo decirlo y qué tanto decir, puede ser aún más relevante.
En definitiva, el coaching online puede funcionar, y muy bien. Pero no por automatizar ni estandarizar, sino por lo que sigue siendo el núcleo de todo proceso: la relación humana. Coaching no es solo prescripción. Es lectura, adaptación, entendimiento mutuo. Y sí, sobre todo es tiempo. Porque los resultados no se construyen solo con kilos en la barra, sino con todo lo que se teje alrededor de cada serie.
Dig Deeper
Clarke, J. V., Spence, A.-J., Helms, E. R., & Cross, M. R. (2025). The relationship between online coaching characteristics, lifter satisfaction, and performance in powerlifters. Journal of Strength and Conditioning Research, 00(00), 1–6. https://doi.org/10.1519/JSC.0000000000005001
Steele, J., Malleron, T., Har-Nir, I., Androulakis-Korakakis, P., Wolf, M., Fisher, J. P., & Halperin, I. (2022). Are trainees lifting heavy enough? Self-selected loads in resistance exercise: A scoping review and exploratory meta-analysis. Sports Medicine, 52, 2909–2923. https://doi.org/10.1007/s40279-022-01717-9
Grgic, J., Lazinica, B., Schoenfeld, B. J., & Pedisic, Z. (2021). The effect of feedback on resistance training performance and adaptations: A systematic review and meta-analysis. Sports Medicine, 51(3), 429–447. https://doi.org/10.1007/s40279-020-01359-2
Dr. Juan Manuel Jerezano Mora
Medicina de la Actividad Física y Deporte
CNC | CPT - NASM
Fundador de MuscleMind Academy e Hipertro.Fit